martes, 10 de junio de 2008

ESTIMADOS HERMANOS,
RECIBAN UN FRATERNAL SALUDO EN EL SEÑOR :
LA PUERTA ESTÁ ABIERTA PARA SUGERENCIAS Y PARA COLABORACIONES.
DESDE YA, LAS AGRADECEMOS, PUES ÉSTAS CONTRIBUIRÁN A ENRIQUECER MÁS ESTE BLOG.
ATENTAMENTE,
PATRICIO GALLARDO VARGAS.


La mejor herramienta del Diablo.

Cierta vez, se corrió la voz de que el diablo se retiraba de los negocios y que vendía sus herramientas al mejor postor. En la noche de la venta estaban todas las herramientas en forma de que llamaran la atención, y por cierto que eran un lote siniestro: odio, celos, envidia, malicia, sensualidad, engaños, además de todos los otros implementos del mal. Aparte del lote había un instrumento de forma inofensiva, muy gastado, cuyo precio era más alto que el de todos los otros.

Alguien preguntó al diablo como se llamaba el instrumento.

-" Desaliento" fue la respuesta.

- ¿ Por qué su precio es tan alto? le preguntaron.

-" Porque-replicó el diablo-, ese instrumento me es más útil que cualquier otro; puedo entrar en la conciencia de un ser humano con este instrumento cuando los demás me fallan, y una vez dentro, por medio del desaliento, puedo hacer con esa persona lo que se me antoje. Está muy gastado porque lo uso con casi todo el mundo, y como muy pocas personas saben que me pertenece lo puedo usar continuamente para lograr mis propositos". Pero el precio para desaliento era tan alto que aún sigue siendo propiedad del diablo.

El desaliento es uno de los estados de ánimo contra el cual es indispensable fortalecerse, ya que nos desalentamos muy a menudo. Nos desalentamos con nuestro trabajo, nuestra familia, la necesidad de cambio, los grupos, los compañeros, cuando las cosas no nos salen como queremos. Estas cosas terminan por llenarnos de tristeza frustrando nuestras vidas y nuestros sueños, ciegan nuestros ojos a la misericordia de Dios y hace que veamos las circunstancias desfavorables. El desaliento es lo opuesto a la fe.

La respuesta para combatir el desaliento esta tan cerca como tu Biblia. Cristo es la fuente de vida, el remedio para las preocupaciones, el que sana las heridas, el balsamo para el dolor y la suficiencia para nuestra insuficiencia. Cristo es la fuente de la alegría y la felicidad y la respuesta a la tristeza y el desaliento.
( Autor desconocido ).
ENVIÓ : PATRICIO GALLARDO VARGAS.

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