fue cayendo en mi alma
con la suave armonía del agua.
Tu Palabra, Señor,
fue labrando mis días
con el ritmo incansable de la vida.
Y hubo un salmo de flores
en la paz de mis cantos.
¡ Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo !. Amén. "
( Hermano Fermín Gaínza, FSC ).
ENVIÓ : PATRICIO GALLARDO VARGAS.
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