El Evangelio de Juan :
El anuncio de la Vida Plena y de la primacía del Amor :
"Si permanecen en mí, y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo conseguirán.
La Gloria de mi Padre está en que ustedes den mucho fruto, y así sean mis discípulos.
Como el Padre me amó, yo también los he amado a ustedes; permanezcan en mi amor.
Si guardan mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
Les he dicho esto, para que mi gozo esté en ustedes, y su gozo sea colmado.
Éste es mi mandamiento: ámense los unos a los otros como yo los he amado.
Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando.
Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre.
No son ustedes los que me eligieron a mí, sino que yo los he elegido a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto permanezca. Así, todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, Él se lo concederá.
Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros" (Jn 15,7-17).
"Jesús realizó en presencia de los discípulos muchas señales que no están escritas en este libro. Éstas han sido escritas para que crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios y para que creyendo, tengan Vida en su Nombre" (Jn 20,30-31).
1. El Evangelio "espiritual" :
Al Evangelio de Juan se lo llama el Cuarto Evangelio, por el lugar que ocupa en el Nuevo Testamento. Es diferente de los tres primeros, los de Mateo, Marcos y Lucas que son muy semejantes entre sí y se los conoce como evangelios sinópticos. Durante muchos años no se le prestó mucha atención a este Evangelio por ser considerado espiritualista y desligado de la realidad y de la historia. En estos tiempos se está redescubriendo su valor y su fuerza transformadora.
La divinidad de Jesucristo es el tema del libro. La naturaleza divina de Jesús es expuesta en Juan más que en cualquier escrito del Nuevo Testamento.
Este Evangelio gira en torno a un tema fundamental: Jesús es el enviado del Padre.
Él es la Palabra-Evento, que vino a este mundo para hacernos conocer al Padre. Él no habla por sí mismo, sino que "da testimonio" de la Verdad que escuchó del Padre (3,11-13,31-34) y toda su vida es una revelación de la "gloria" que recibió de su mismo Padre antes de la creación del mundo (17,1-5). Con más insistencia que los otros evangelistas, Juan acentúa el mandamiento del Amor, como el elemento fundamental para alcanzar la plenitud de la Vida.
Juan muestra la oposición entre Jesús -la Luz- y los que se niegan a creer en él, designados habitualmente con el nombre genérico de "los judíos".
Por el simple hecho de manifestarse a los hombres, él los pone ante una alternativa: la de permanecer en sus propias "tinieblas" o creer en la Luz.
El que cree en Jesús "ya" ha pasado de la muerte a la Vida y tiene Vida plena.
Juan escribe para personas reflexivas, que contemplan. Emplea el idioma griego de los intelectuales de su tiempo. El autor de este Evangelio vuelve constantemente sobre los mismos temas, desarrollándolos y profundizándolos una y otra vez. En cada tema está contenido todo el misterio de Cristo. Pero más que los "hechos" de su vida, lo que le interesa y quiere poner de relieve es el "significado" que ellos encierran y que sólo la fe puede descubrir. Desde esa perspectiva, Juan interpreta las obras y amplía los discursos de Jesús, como fruto de una larga y profunda contemplación. Su objetivo fundamental es conducirnos a la Vida plena, que consiste en conocer al "único Dios verdadero" y a su "Enviado, Jesucristo" (17,3). Con razón se ha llamado al Evangelio de Juan el "Evangelio espiritual".
El Plan y la Teología de Juan :
El Evangelio de Juan se puede dividir en dos partes:
- Libro de los SIGNOS (1,19-11,54):
La hora no ha llegado (5,4)
- Libro de la GLORIA (13,1-20.31):
La hora ha llegado (Jn 13,1).
El prólogo (1,1-18) y el epílogo (21,1-25) se añadieron después
y constituyen el marco de todo el Evangelio.
La divinidad de Cristo se encuentra en cada capítulo. Los títulos que usó Juan para representar la divinidad de Cristo son: la "Palabra de Dios" (1,1), el "Cordero de Dios" (1,29), "el Mesías" (1,41), "el Hijo de Dios" (1,49), "el Rey de Israel" (1,49), el "Salvador del mundo" (4,42), "Señor y Dios" (20,28), "Yo Soy" (4,24.26; 6,35; 8,12.24.28.58; 10,7.9.11.14; 11,25; 13,19; 14,6; 15,1.5) Lo asombroso es que Satanás y los demonios no tienen casi ningún lugar en este Evangelio.
Algunos temas principales son: la Vida plena, el Conocer y el Creer, la Verdad y la luz, el nacer de nuevo, el permanecer en Cristo…
También hay algunas Palabras claves:
PADRE (119 veces);
DISCÍPULOS (77 veces);
TESTIMONIO (46 veces);
HACER (36 veces);
OBRAS (21 veces);
SEÑALES (16 veces);
CREER (98 veces);
VERDAD (55 veces);
ENVIAR y VENIR (76 veces) ;
SEÑALES (16 veces);
MUNDO (77 veces);
VIDA (52 veces);
GLORIA (38 veces ).
PALABRAS CLAVE
Gloria. Es una palabra clave del Evangelio de Juan.
De alguna forma traduce el término "Kabod" (= la gloria de Yavé) del Antiguo Testamento. Su sentido pleno es el de "la manifestación plena del amor de Dios". Su gloria se manifiesta en su amor, y no en una simple imagen majestuosa de exaltación (como entendemos muchas veces la palabra gloria, hoy en día). La Gloria suprema de Dios, es decir, la manifestación suprema de su amor, se dará en la muerte y resurrección de Jesús en la cruz. Por eso, la última parte del Evangelio de Juan es llamada "Libro de la Gloria".
Amor. Es evidentemente la palabra clave de todo el evangelio de Jesús. El de Juan, particularmente, se puede considerar el Evangelio del Amor, y su frase central es el mandamiento dejado como testamento por Jesús: "Ámense los unos a los otros, como yo los he amado".
Vida. Es la meta final y el propósito de todo el Evangelio de Juan. "Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia" (Jn 10,10). Jesús es el Agua de Vida, el Pan de Vida; es la Resurrección y la Vida... es la Vida Plena.
Conocer. Es otro término clave y en su significado pleno, expresa el amor, el conocimiento íntimo de una persona que llega a la plena comunión, al amor total por ella. Jesús conoce-ama a sus ovejas, como ellas conocen-aman a su Pastor (Jn 10).
EN TU HISTORIA DE HOY
Lectura orante y contemplativa :
El Evangelio de Juan es fruto de una reflexión profunda y una experiencia espiritual única, realizada por el discípulo amado.
También hoy la lectura del Evangelio debe transformarse en una lectura orante y contemplativa, porque sólo así, desde lo profundo de nuestro corazón, puede nacer un compromiso de vida, que es Buena Noticia para el mundo que nos rodea.
2. La comunidad joánica
Una comunidad fiel al mandamiento principal del amor
¿Qué significa decir que el Evangelio es una producción comunitaria? Que la misma comunidad a lo largo de su caminar se animó a releer su historia dentro de situaciones nuevas que surgían. Esto lo pudo hacer porque tenía una certeza: Ellos sabían que estaba siendo conducidos por el Espíritu de Jesús quien les había prometido: "no los dejaré huérfanos…les dejo el Espíritu de la verdad que los guiará hasta la verdad completa" (Jn 16,13). Y sabían que la verdad no era algo que se alcanza de una vez, sino que se va construyendo de a poco en la vida (1Jn 1,6).
Esta experiencia la habían recibido del mismo Jesús. Cuando él compartía la vida con ellos también fue construyendo lazos fuertes de amistad (Jn 11,5); formas alternativas para compartir los bienes (Jn 6,1-14) donde el servicio es la única señal de pertenencia a Jesús (Jn 13,8); no hay mayor amor que éste, el del servicio, para dar la vida por los amigos. Éste fue el único mandamiento que recibió la comunidad de Juan: "que se amen los unos a los otros como Yo los he amado" (Jn 15,12) .
Este amor que fue llevando a Jesús a ponerse en el lugar de los excluidos y las víctimas (Jn 8,1-11.59), finalmente lo conduce a amar hasta el extremo: en la cruz, donde termina identificándose con ellos. Por este motivo, el momento de la cruz es tan importante para la comunidad de Juan: saben que allí está Dios identificándose con el sufriente, amando hasta el extremo. Por eso cruz-muerte-resurrección-ascensión-pentecostés son un único acontecimiento en el Evangelio de Juan, donde el amor es más fuerte que la muerte.
Una comunidad con diversos grupos culturales
La comunidad de Juan inicia su seguimiento de Jesús en Palestina, luego emigró a Siria y después de la destrucción de Jerusalén, en el año 70 d.C., la comunidad partió a Éfeso.
Esta comunidad, ya en Palestina, comienza a reunir y organizar materiales en forma de relato oral y fragmentos escritos sobre Jesús de Nazaret. Estas colecciones de las palabras y acciones de Jesús, integradas a las reflexiones y a la experiencia de fe de la comunidad, formarán la base del texto escrito, del cuarto Evangelio. Éste recién se concluirá hacia finales del primer siglo, en Éfeso.
Haciendo una radiografía de este Evangelio, descubrimos rasgos de una comunidad constituida por varios grupos culturales y por un fuerte sincretismo religioso.
Para comprender mejor el contexto cultural de la comunidad joánica, tenemos que conocer algunos de los personajes que aparecen en este Evangelio.
Juan Bautista: su personalidad dejó huellas profundas en la historia del judaísmo y del cristianismo. La comunidad necesitaba aclarar la misión de Juan Bautista para que no se crearan malos entendidos.
Por eso, al igual que en los sinópticos, el Bautista se define como "precursor" de Jesús, y sobre todo como "testigo" de la luz (1,7).
Los samaritanos: son presentados en el capítulo 4. La mujer samaritana, anónima, protagonista de la historia, hace la experiencia del encuentro transformador con Jesús-Mesías, y lleva a los habitantes de la ciudad a realizar la misma experiencia (4,42).
Los samaritanos, integrantes de la comunidad cristiana, se sienten en su casa y descubren en Jesús la continuidad de su historia.
Los helenistas: este término designa a todos aquellos que por su lengua y su educación habían asumido la cultura griega. En el Evangelio de Juan los griegos quieren "ver a Jesús". Él les hace ver algo más: la glorificación del Hijo del hombre que se llevará a cabo en su "elevación en la cruz"( 7,35 y 12,20).
La puerta de la fe está abierta también a los paganos, porque el cristiano puede encontrarse con su cultura y hacer una lectura creyente de su realidad.
Los judíos expulsados de la sinagoga: éstos constituían el grupo más fuerte de la comunidad joánica. La causa de la expulsión es que estos judíos han aceptado a Jesús y su propuesta. El capítulo 9 recoge de qué forma se realizaba el proceso de expulsión de la Sinagoga. Juan destaca también la presencia de judíos-simpatizantes del cristianismo, pero que no llegan a una declaración abierta de fe en Jesús. Son personas como Nicodemo (3,1-12) o José de Arimatea (19,38-42).
Los romanos: el episodio de la curación del hijo del funcionario del rey (4,46-54), indica que algunos romanos participaban en la comunidad cristiana. De hecho, la escena termina diciendo: "Creyó él con toda su familia" (v. 53).
Las mujeres: son una presencia activa en la construcción y organización de la comunidad. A partir de María, la madre de Jesús, en la boda de Caná (2,1-11), hasta María Magdalena, al lado de otras mujeres a los pies de Jesús, testigos de la hora del Espíritu (19,25-27): ellas son las "primeras testigos" de la Resurrección (20,1-18). En ellas vemos reflejados los criterios del auténtico discípulo de Jesús.
El discípulo amado: a lo largo del Evangelio aparece un personaje: el discípulo amado del que no se menciona su nombre, la tradición lo llama Juan; siempre aparece en una estrecha relación con Jesús. Algunos dicen que es puramente simbólico y que representa a la comunidad misma; otros opinan que es un personaje real. Sea de una u otra manera, lo cierto es que el discipulado es una realidad a la cual aspira la comunidad. El "discípulo amado" tiene una significación importante en el Evangelio de Juan:
1.- Representa la cercanía y la intimidad (13,25).
Él es quien descansa en el pecho de Jesús, y lo conoce íntimamente.
2.- Recibe de Jesús el cuidado de la madre (19,25-27) y viene a ocupar el lugar de Jesús, manifestando así el rol preferencial que tenía en la comunidad.
3.- Descubre a Jesús Resucitado (20,1-10). Después de presentar a Pedro como garante de la unidad en la comunidad, en el capítulo 21 se afirma que el "Discípulo Amado" va a permanecer hasta el día del retorno del Señor (v. 22). Esta afirmación, en lenguaje figurado, reconoce su función específica en la comunidad: ser modelo de seguimiento, de discipulado de Jesús.
Por aquella época las demás iglesias apostólicas, para asegurar su supervivencia, buscaban estructurarse en base a una creciente organización. La comunidad de Juan, más aislada de esta problemática organizativa, opta por el camino de permanecer fiel a la Palabra de Jesús para aprender un amor que sea capaz de dar la vida.
Oración: Salmo 23
El Salmo 23 anticipa la gran revelación de Jesús en el capítulo 10 de Juan:
"Yo soy el buen Pastor, que da la vida por sus ovejas".
El Señor es mi Pastor, nada me falta,
en verdes praderas me hace descansar.
Me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara allí mis fuerzas.
Él me guía por justos caminos.
Aunque vaya por valles oscuros
nada temo porque tú estás conmigo;
tu bastón y tu cuidado me sostienen.
Preparas un banquete para mí
a pesar de la contra de mis adversarios.
Me consagras con óleos y perfumes
y mi copa está llena y rebosante.
Tu amor y tu fidelidad
me acompañan en toda la vida;
yo en tu casa, Señor
por siempre viviré.
FUENTE : www.chasque.net/umbrales
ENVIÓ : PATRICIO GALLARDO V.
jueves, 14 de febrero de 2008
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