No espere morir para ir a la iglesia, que le lleven en carroza fúnebre porque entonces...
Irá, a pesar de la temperatura.
Irá, a pesar de los sentimientos de su familia.
Irá, a pesar de la condición de su cuerpo.
Irá usted al altar, pero no podrá orar.
Irá, sin importar cuántos hipócritas (a su juicio) haya en la iglesia.
Irá, a pesar de que lo necesitan mucho en el trabajo y en su empleo.
No podrá disfrutar del canto, por armonioso y bello que sea.
Lo que el sacerdote diga, ya no lo podrá usted poner en práctica.
Estará usted muy necesitado, pero nadie ya podrá ayudarle.
Ya nunca más podrá usted ir a la iglesia.
Tendrás muchas flores a su alrededor, pero no podrá disfrutar de las mismas.
El sacerdote preferirá ayudarle hoy
que tratar de consolar a sus seres queridos si usted muriera alejado de Dios.( Autor desconocido ).
ENVIÓ : PATRICIO GALLARDO V.
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