Oh, Señor, ¿ Cuántas veces, durante estas semanas,
he vivido sin prestarles demasiada atención a la penitencia, el ayuno y la oración?
¿ Cuántas veces he perdido los frutos espirituales de este tiempo
sin siquiera darme cuenta de ello?
¿ Pero cómo podría realmente celebrar la Pascua sin observar la Cuaresma?
¿ Cómo puedo regocijarme plenamente en tu resurrección cuando he evitado participar de tu muerte? Sí, Señor, tengo que morir contigo,
a través de ti y en ti y de esta forma, estar listo para reconocerte
cuando te me apareces en tu resurrección.
Hay tanto en mí que necesita morir: falsos apegos, avaricia e ira,
impaciencia y mezquindad.
Oh Señor, soy egocéntrico, me preocupo por mi mismo,
por mi carrera, mi futuro, mi nombre y la fama.
A menudo hasta siento que te he utilizado para mi propio beneficio.
¡Qué ridículo, qué sacrílego, qué triste!
Pero sí, Señor, sé que es verdad.
Sé que a menudo he hablado de ti,
he escrito acerca de ti y he actuado en tu nombre para mi gloria y mi éxito.
Tu nombre no me ha llevado a la persecución, la opresión o el rechazo.
¡Tu nombre me ha traído recompensas!
Ahora veo claramente qué poco he muerto contigo,
qué poco he ido por tu camino o he sido fiel a ti.
Oh Señor, haz este tiempo de Cuaresma diferente de los otros.
Permíteme encontrarte nuevamente.
Amén.
( Autor desconocido ).
ENVIÓ : PATRICIO GALLARDO V.
No hay comentarios:
Publicar un comentario