A mi medida.
¡Tan débil como yo, tan pobre y solo!
Tan cansado, Señor, y tan dolido
del dolor de los hombres!
Tan hambriento del querer de tu Padre (Jn 4,34)
y tan sediento, Señor, de que te beban... (Jn 7,37)
Tú, que eres la fuerza y la verdad, la vida y el camino;
y hablas el lenguaje de todo lo que existe, de todos lo que somos.
Sacias la sed, la nuestra y la del campo, sentado junto al pozo de los hombres.
Arrimas tu hombro cansado a mi cansancio y me alargas la mano cuando la fe vacila y siento que me hundo.Tú, que aprendes lo que sabes, y aprendes a llorar y a reir como nosotros. Tú, Dios, Tú, hombre,Tú, mujer, Tú, anciano,Tú, niño y joven, Tú, siervo voluntario,
siervo último ,
siervo de todos...Tú, nuestro.
¡ Tú, nosotros!
( Ignacio Iglesias, sj ).
FUENTE : www.pastoralsj.org/
ENVIÓ : PATRICIO GALLARDO VARGAS.
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