jueves, 15 de mayo de 2008

ENTERRANDO OFENSAS.

Enterrando Ofensas.

Un buen dia , yo enterré una ofensa que dolía,creí que podía olvidarla si la dejaba escondida.
El agravio iba creciendo cada día lo tapaba, no logré dejarlo atrás, mucho , mucho m e costaba
La alegría me abandonó, no conocí sino penas, incapaz era de amar, tenía el alma en cadenas.
A la vera de aquel hoyo, clamé con el alma a Dios: "Sana esta herida profunda, Tu que eres el Dios de amor"
Sentí entonces su presencia, en sus brazos me sentí, enjugó mis agrias lágrimas, hizo azul el cielo gris.
Sincerándome con Él , le expliqué mi gran afrenta, me prestó su atento oído mientras yo le daba cuenta.
Cavé hondo y arranqué la afrenta que me oprimía y entregándosela al Maestro, libre al fin quedé aquel día.
Así fue como Él quitó , la negrura de mi alma y algo hermoso fue a nacer donde había estado la llaga.
Cuando ví en que convirtió mi tormento y mi pesar, aprendí a darselo a Él y no enterrarlo jamás.
Se necesita la gracia divina para poder perdonar de corazón , no solo de palabra y asi dejar que Dios sane nuestro corazón.

En nuestra oración diaria decimos " Y perdona nuestras ofensas asi como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden..Sin la ayuda de Dios, no podriamos llevarla a una verdadera acción...perdonar asi como somos perdonados.
( Luz María Gaytán ).
ENVIÓ : PATRICIO GALLARDO V.

No hay comentarios: