¡ALELUYA!,
Cristo resucitó, que se alegren los corazones de los que lo
aman y han decidido
escuchar su voz y partir hacia el mundo entero sembrando amor
y anunciando Esperanza.
¡ALELUYA! Que se alegren los tristes, los pobres, los que se encuentran
impedidos por la enfermedad, acosados por la miseria, o se sienten víctimas de situaciones intolerables; la fuerza de la Resurrección, la que movió la piedra de la entrada del sepulcro, puede también hoy remover los obstáculos que están más en los corazones humanos que en la vida misma.
¡ALELUYA! El gozo de los cristianos quiere llegar también
hasta todos los creyentes en el Unico Dios de cielo y tierra y a todos los que de diversos modos abren sus corazones a lo insondable y alaban la Divinidad por diversos caminos!
¡ALELUYA!, que se alegren también los que buscan,
los que tienen en su existencia al menos la vaga sospecha
de una vida más plena: Jesucristo resucitado tiene la respuesta.
Mi deseo es compartir mi alegría por la Resurrección de Jesucristo con todos ustedes y pedirles que acepten esta esperanza de la resurrección como generadora de Paz y que se esfuercen por comprender
los frutos buenos que de ella se derivan.
( Luz María Gaytán ).
ENVIÓ : PATRICIO GALLARDO V.
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