martes, 29 de abril de 2008

SAN FRANCISCO DE ASÍS

San Francisco de Asís
(Composición a partir de textos de la Primera Vida de S. Francisco de Tomás de Celano)

La oración era para mí un verdadero refresco, una alegría, una verdadera necesidad.
Y es que siempre buscaba encontrarme con Jesús en la oración.
Era también un refugio pues, desconfiando de que por mí mismo poco podía hacer, y fiado completamente de la bondad de Dios, en medio de toda actividad descargaba en Jesús, por medio de la oración, todos mis afanes. Yo les decía a mis frailes que el religioso, bueno,
y todo cristiano, debe desear, por encima de todas las cosas, la gracia de la oración, pues estaba convencido de que sin la oración nadie puede progresar en el servicio a Dios y a los demás. Por eso siempre les exhortaba con todos los medios posibles a que se dedicaran a su ejercicio. Por mi parte, yo no necesitaba grandes cosas para ponerme a orar.
Ya estuviera caminando o sentado, lo mismo en casa que afuera,
trabajando o descansando, siempre encontraba momento para ver a Jesús en todo y en todos, y en mitad de la actividad cotidiana, recordarle, hablarle, pedirle, agradecerle,....
De tal modo estaba entregado a la oración que a ella consagré no sólo mi corazón y mi cuerpo, sino hasta toda mi actividad y mi tiempo.
ENVIÓ : PATRICIO GALLARDO V.

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