lunes, 14 de abril de 2008

TE CONOCÍA DE OÍDAS.



Te conocía solo de oídas,
pero ahora te han visto mis ojos.
Es tan distinto saber de Dios como una rutina, una doctrina o una teoría...
y saber de Dios como una presencia real que ha tocado mi vida.
Es la diferencia entre leer una partitura y escuchar la música,
entre leer un ensayo sobre el afecto o dar un abrazo a la persona amada.
A Dios estamos llamados a conocerlo como presencia, a descubrirlo cerca.
No como una teoría o una leyenda, no como un mito ni como un cuento.
Dios presente, vivo en ti y en mí, en sus criaturas, susurrándonos palabras de evangelio, de Reino, de vida....


ORACIÓN
Ignorando mi vida,
golpeado por la luz de las estrellas,
como un ciego que extiende,
al caminar, las manos en la sombra,
todo yo, Cristo mío,
todo mi corazón, sin mengua, entero,
virginal y encendido se reclina
en la futura vida, como el árbol
en la savia se apoya, que le nutre,
le enflora y verdea.
Tomo mi corazón, ascua de hombre,
inútil sin tu amor, sin Ti vacío
en la noche te busca,
le siento que te busca, como un ciego
que extiende al caminar las manos llenas
de anchura y alegría.
( Leopoldo Panero ).
ENVIÓ : PATRICIO GALLARDO V.

No hay comentarios: