sábado, 24 de noviembre de 2007

EMPATIZAR Y CONSOLAR.

EMPATIZAR Y CONSOLAR.

A menudo es preferible hablar menos y comprender más. Un hombre que acababa de perder a su hijo, comentó lo siguiente:
“Alguien se puso a mi lado, y me habló todo el tiempo queriendo consolarme. Pero lo único que logró fue cansarme. Después, otro conocido se sentó junto a mí, y no me dijo nada. Sólo permaneció a mi lado, y me escuchaba con interés cuando yo hablaba. Después, me abrazó con afecto y me expresó sus buenos deseos en forma de oración. Este amigo sí me trajo consuelo”
En la hora del dolor, vale más la actitud comprensiva del amigo que la palabra del mejor consejero.
( AUTOR DESCONOCIDO ).
ENVIÓ : PATRICIO GALLARDO V.

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