miércoles, 7 de noviembre de 2007

SERVIR A DIOS ( I ).

SERVIR A DIOS ( I ).

Mi amor todo lo envuelve. Se hace manifiesto con un gesto de ternura, con una mirada cariñosa, con el resplandor de una sonrisa, con un acto de bondad, con una plegaria silenciosa. Mi amor transforma cada pensamiento censurador en una oración ferviente. Mi amor lucha en favor de quienes bregan espiritualmente, intercede por ellos ante el trono celestial de la gracia. Es un amigo que actúa en la hora de necesidad. No critica ni señala con el dedo.

Mi amor te lleva a comportarte así con las personas que son difíciles de amar. Te inspira fe para creer que, en la medida en que continúes mostrándote amable y atento, yo obraré en su corazón. Mi amor sigue armando a pesar de que no se hagan patentes resultados inmediatos.

Mi amor engendra amor, de tal manera que esa pequeña chispa de mi amor manifestada a través de ti enciende una hoguera en el corazón de los demás. Así como mi amor engendra amor, el entusiasmo engendra entusiasmo; la emoción, emoción; y los ideales, ideales.

Yo seré tus manos, tus brazos, tus pies y tu boca, a fin de que ames a quienes necesitan amor desesperadamente, mi amor cubrirá multitud de faltas. Derretirá la frialdad y atravesará las barreras.

Esparce mi amor por dondequiera que vayas, alegrando a quienes te rodean, animando a los demás. Aún por medio de pequeños gestos y detalles puedo valerme grandemente de ti para transformar corazones y vidas. Podrás influir extraordinariamente, no sólo en quienes no me conocen, sino incluso en los seres más allegados a ti, aquellos con quienes tienes relación a diario.
( GRACIELA BAQUERIZO ).
ENVIÓ : PATRICIO GALLARDO V.

No hay comentarios: