Aquel hombre tan santo , que sabia mucho porqué era muy anciano, dijo a los legos del convento que daría una hermosa cruz a aquel que buscara la mejor santidad.
Y hubo uno que comenzó a buscarla con muy asidua devoción. Antes de la hora de los maitines estaba ya de rodillas con los brazos abiertos , pronunciando en voz alta el nombre del Altísimo.
De día y de noche lo invocaba, horas y hora oraba . a veces en muda oración a veces en oración sonora .Cuando el convento dormía se escuchaba por los desiertos corredores el restallante golpe de las disciplinas con que flagelaba a sus carnes, por amor al Señor .En todos los oficios divinos estaba aquel hermano lego , que buscaba con ansiedad a Dios .
Un día lo llamó aquel hombre tan santo y le entregó un madero
¿ Qué es esto , padre mío? .Preguntó el joven.Es tu cruz respondió el santo con una suave sonrisa.Padre: dijo el muchacho , ésta no es una cruz. No tiene brazos
La cruz le dijo entonces aquel hombre santo está hecha de amor a Dios y amor a los humanos .
El primero nos hace alzar la vista a las alturas con sed de eternidad.
Eso es lo vertical que hay en la cruz , más no debemos olvidar que los hombres sufren y que nos necesitan .También nuestra mirada y nuestro amor han de alcanzarlos.
Ese es el brazo horizontal sin el que la cruz no se completa.
Tu que ya amas a Dios , ve a buscar a tus hermanos y sírvelos en el amor .
El joven lego supo entonces que todo eso era verdad y fue a buscar en el mundo de los hombres el otro brazo de la cruz.
Señor ´Jesús, ayúdame a ser parte del brazo horizontal de tu cruz..
( Luz María Gaytán ).
“ Mi fuerza y mi refugio es el Señor. El fue mi salvación.
El es mi Dios, yo lo alabaré ;
El Dios de mi padre, yo lo ensalzaré. ”
( Éxodo 15,2 ).
ENVIÓ : PATRICIO GALLARDO V.
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