lunes, 10 de septiembre de 2007

DICHOS DE SAN PÍO DE PIETRELCINA

DICHOS DE SAN PÍO DE PIETRELCINA.




0."Siempre sean amorosamente humildes ante Dios y ante el hombre, porque Dios habla a aquellos que son verdaderamente humildes de corazón, y los enriquece con grandes dones."

"1. Padre, tú amas aquello que yo temo. - Respuesta: Yo no amo el sufrimiento por el sufrimiento; lo pido a Dios, lo deseo por los frutos que me aporta: da gloria a Dios, me alcanza la salvación de mis hermanos en este destierro, libra a las almas del fuego del purgatorio, ¿y qué mas quiero yo?- Padre, ¿qué es el sufrimiento? - Respuesta: Expiación.- Y para usted, ¿qué es? - Respuesta: Mi alimento diario, mi ¡delicia!


2. No queremos persuadirnos de que nuestra alma necesita el sufrimiento; de que la cruz debe ser nuestro pan de cada día.Igual que el cuerpo necesita alimentarse, así el alma necesita día tras día de la cruz, para purificarse y separarse de las criaturas.No queremos comprender que Dios no quiere, no puede salvarnos ni santificarnos sin la cruz, y que cuanto más atrae a un alma hacia sí, más la purifica por medio de la cruz.


3. En esta tierra cada uno tiene su cruz, pero debemos actuar de modo que no seamos el mal ladrón sino el buen ladrón.


4. El Señor no puede darme un cireneo. Debo hacer sólo la voluntad de Dios; y si le agrado, lo demás no cuenta.


5. En la vida Jesús no te pide que lleves con él su pesada cruz, pero sí un pequeño trozo de su cruz, trozo que se compendia en los dolores de los hombres.


6. El Señor a veces te hace sentir el peso de la cruz.Este peso te parece insoportable, y sin embargo tú lo llevas porque el Señor, en su amor y en su misericordia, te tiende la mano y te da la fuerza que necesitas.


7. Ciertas dulzuras interiores son cosas de niños. No son señal de perfección. No dulzuras sino sufrimiento es lo que se precisa. Las arideces, la desgana, la impotencia, éstos son los signos de un amor verdadero. El dolor es agradable. El destierro es bello porque se sufre y así podemos ofrecer algo a Dios. La ofrenda de nuestro dolor, de nuestros sufrimientos, es una gran cosa que no podemos hacer en el cielo.


8. Ama a Jesús; amalo mucho; pero precisamente por esto, ama cada vez más el sacrificio.


9. El corazón bueno es siempre fuerte; sufre pero oculta sus lágrimas, y se consuela sacrificándose por el prójimo y por Dios.


10. No temas las adversidades, porque colocan al alma a los pies de la cruz y la cruz la coloca a las puertas del cielo, donde encontrará al que es el triunfador de la muerte, que la introducirá en los gozos eternos.


11. Si sufres aceptando con resignación su voluntad, tú no le ofendes sino que le amas. Y tu corazón quedará muy confortado si piensas que en la hora del dolor Jesús mismo sufre en ti y por ti. El no te abandonó cuando huiste de él; ¿por qué te va a abandonar ahora que, en el martirio que sufre tu alma, le das pruebas de amor?


12. Subamos con generosidad al Calvario por amor de aquél que se inmoló por nuestro amor; y seamos pacientes, seguros de que volaremos hacia el Tabor.


13. Manténte unido a Dios con fuerza y con constancia, consagrándole todos tus afectos, todos tus trabajos y a ti mismo todo entero, esperando con paciencia el regreso del hermoso sol,...


14. Sí, yo amo la cruz, la cruz sola; la amo porque la veo siempre detrás de Jesus.


15. Los verdaderos siervos de Dios han estimado siempre la adversidad, como más conforme al camino que recorrió nuestro Señor, que llevó a cabo la obra de nuestra salvación por la cruz y los desprecios.


16. El sufrimiento soportado cristianamente es la condición que Dios, autor de todas las gracias y de todos los dones que conducen a la salvación, ha establecido para concedernos la gloria.


17. El Dios de los cristianos es el Dios de las transformaciones. Echáis en su seno el dolor y sacáis la paz; echáis desesperación y veréis surgir la esperanza. "


ENVIÓ : Patricio Gallardo V.

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