domingo, 23 de septiembre de 2007

SÉ FELIZ A TIEMPO

SÉ FELIZ A TIEMPO- REFLEXIÓN



" ES TAMBIÉN SEMEJANTE EL REINO DE LOS CIELOS A UN TESORO ESCONDIDO EN EL CAMPO,
QUE SI LO HALLA UN HOMBRE, LO ENCUBRE DE NUEVO, Y GOZOSO DEL HALLAZGO VA, Y VENDE
TODO CUANTO TIENE, Y COMPRA AQUEL CAMPO " ( MATEO 13, 44 ).

" BIENAVENTURADOS VOSOTROS LOS POBRES ; PORQUE VUESTRO ES EL REINO DE DIOS. "
( LUCAS 6, 20 ).

Cuenta la leyenda que un hombre oyó decir que la felicidad era un tesoro.
A partir de aquel instante comenzó a buscarla.
Primero se aventuró por el placer y por todo lo sensual, luego por el poder y la riqueza, después por la fama y la gloria, y así fue recorriendo el mundo del orgullo, del saber, de los viajes, del trabajo, del ocio y de todo cuanto estaba al alcance de su mano.
En un recodo del camino leyó un letrero que decía:
"Le quedan dos meses de vida"

Aquel hombre, cansado y desgastado por los sinsabores de la vida se dijo:
"Estos dos meses los dedicaré a compartir todo lo que tengo de experiencia, de saber y de vida con las personas que me rodean"
Y aquel buscador infatigable de la felicidad, sólo al final de sus días, encontró que en su interior, en lo que podía compartir, en el tiempo que le dedicaba a los demás, en la renuncia que hacía de sí mismo por servir, estaba el tesoro que tanto había deseado.

Comprendió que para ser feliz se necesita amar; aceptar la vida como viene; disfrutar de lo pequeño y de lo grande; conocerse a sí mismo y aceptarse así como se es; sentirse querido y valorado, pero también querer y valorar; tener razones para vivir y esperar y también razones para morir y descansar.

Entendió que la felicidad brota en el corazón, con el rocío del cariño, la ternura y la comprensión.
Que son instantes y momentos de plenitud y bienestar; que está unida y ligada a la forma de ver a la gente y de relacionarse con ella; que siempre está de salida y que para tenerla hay que gozar de paz interior.

Finalmente descubrió que cada edad tiene su propia medida de felicidad y que sólo Dios es la fuente suprema de la alegría, por ser él:
amor, gozo, paz, bondad, reconciliación, perdón y entrega total.

Y en su mente recordó aquel proverbio que dice:
"Cuánto gozamos con lo poco que tenemos y cuanto sufrimos por lo mucho que anhelamos"

Sé feliz antes de que se te haga demasiado tarde!

( Carlos Deutsch ).

ENVIÓ : Patricio Gallardo V.

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